[3] Ante esto, sus padres realizaron diversos reclamos ante las autoridades y mediante los medios de comunicación —siendo su padre conductor del noticiero Teleonce informa—[4] logrando así obtener el apoyo del estado nacional hacia esa comuna.
[6] En 1982 se incorporó al elenco estable de Verónica: el rostro del amor, telenovela que contó con una gran repercusión internacional.
Recién en 1987, pudo continuar con su tratamiento profiláctico y cubrió un papel estelar en la serie Tiempo Cumplido,[10] la primera de la televisión argentina grabada completamente en locaciones.
[nota 3] También colaboró en la reapertura del Teatro Bambalinas —situado en el barrio de San Telmo— que había sido adquirido por sus padres.
En este último, del que su madre era la productora ejecutiva, se desempeñó también como «notero»[nota 4] para la versión radiofónica emitida por Radio Belgrano.
Transcurrido más de un mes sin personaje pergeñó una historia sobre la cual realizó su ópera prima, Un minuto treinta y dos segundos.
Paralelamente colaboró con María Soledad Crousillat en el casting de Micaela, otra tira diaria Crustel.
En 1993 se incorporó como «chequeador»[nota 5] en la filial argentina del Grupo Televisa durante la telenovela Apasionada.
En esta compañía continuó desempeñándose para Esos que dicen amarse, donde también estuvo encargado de los exteriores especiales, solicitado por Pancho Guerrero.
Durante ese mismo año realizó con Raúl Becerra el programa piloto Los indomables —una remake del noticiero humorístico Semanario Insólito de 1981— conducido por Roberto Pettinato y Lalo Mir.
En 1996 realizó el capítulo piloto de Seguridad privada, una miniserie policial protagonizada por Osvaldo Sabatini,[nota 6] Jean Pierre Noher, Maurice Jouvet, Ginette Reynal y Aldo Barbero.
[21] Su trama estaba basada en Seguridad privada y fue protagonizado nuevamente por Osvaldo Sabatini, completándose el elenco con Catherine Fulop, Lito Cruz, Rodolfo Ranni, Pappo, Fernando Olmedo, Pepe Parada, Baby Etchecopar, Marcelo Alfaro y Elsa Berenguer.
[23] Ante los resultados técnicos obtenidos en Mercenarios —entre ellos, la ampliación del tráiler a 35 mm sin deficiencias— Sabatini le propuso registrar el sistema bajo la marca de Digi-Films y realizar otra película, pero sin supeditación financiera del INCAA.
Para ello este último invirtió «todos sus ahorros» en Nada por perder,[25] donde se narra como un exitoso abogado queda en la calle por culpa de un político corrupto.
Este largometraje independiente dramático-político grabado íntegramente en escenarios naturales,[26] fue el debut cinematográfico de Sabatini —como productor y actor— y el elenco fue integrado por Paola Krum, Gerardo Romano, Lito Cruz, Germán Kraus, Antonio Grimau, Graciela Alfano, Franklin Caicedo, Mario Sapag, Ana María Picchio y el propio Aguilar,[27] que además de dirigir el film, interpretó el personaje de Matías —hermano del protagonista— que padecía hemofilia, divulgando así esta enfermedad por primera vez en el cine nacional.
[32] El diario digital uruguayo LaRed21 la demarcó como un «thriller que mezcla la acción con la denuncia política, muy a tono con la realidad argentina»,[33] mientras que el periódico patagónico Río Negro la clasificó como «un apasionante thriller de contenido social, cuya acción lo coloca al nivel de las más importantes superproducciones internacionales».
[42] Durante su estadía en la costa atlántica, Aguilar desarrolló El loco de la ruta, una miniserie policial —readaptada años después a un guion cinematográfico neo-noir— basada en crímenes reales acaecidos en la metrópoli.
[25] Iba a ser protagonizada nuevamente por Osvaldo Sabatini,[25] aunque el proyecto en ninguna de sus versiones vio la luz.
[43] En ese mismo año produjo la obra teatral Más que amigos, que fue presentada en el Teatro Metropolitan y protagonizada por Maximiliano Ghione, Laura Fidalgo, Hugo Arana, Karina Dalí, Mariano Iúdica y Gerardo Grasl.
[45] La comedia dirigida nuevamente por Julian Howard, tuvo una modesta aceptación de la crítica y del público en su temporada en Buenos Aires,[44] mientras que en su período en Punta del Este en 2005 —ya sin Aguilar como productor— no obtuvo resultados positivos.
Previamente, los tres habían coincidido en el reparto de Verónica: el rostro del amor y en los roles interpretados para la película, reiteraron los nombres utilizados en aquella tira.