La existencia de este queso se conoce desde la Edad Media, aunque solo fue en el siglo XI cuando comenzó a tener el aspecto enmohecido que posee en la actualidad.
En el año 1996 se aprueba desde la Comisión europea que aparezca en la lista de productos DOP con Reg.
En su elaboración se añade a la leche de vaca pasteurizada el hongo Penicillium roqueforti para su fermentación.
(valores medidos para 100 g) Gracias a su sabor peculiar e intenso, se emplea como ingrediente en diferentes platos de la cocina italiana.
No obstante, el uso más popular del queso es untado en un pan blanco italiano acompañado por unas hojas de endivia.