[1][2][3] El bombardeo fue ejecutado mientras comandos civiles antiperonistas atacaban por tierra contra la Casa Rosada y centros peronistas.[5] Los atacantes ingresaron en las iglesias, provocaron destrozos, ocasionaron algunos incendios y, en algunos casos, robaron elementos de las mismas.El Congreso Nacional resolvió también convocar a una convención constituyente para tratar la separación de la Iglesia del Estado.Al fin de la celebración, cuando los sacerdotes Manuel Tato, vicario general y obispo auxiliar -quien se había dirigido a la concurrencia desde el púlpito-, y Antonio Rocca, que estaba presente en ausencia del cardenal Santiago Luis Copello, aparecieron en el balcón, fueron aclamados por la multitud, que a continuación formó una manifestación que se encaminó por la Avenida de Mayo hacia el Congreso Nacional.El mismo día el gobierno en un comunicado acusó a los manifestantes de haber quemado una bandera argentina, lo que inició una investigación judicial.Sin embargo, al día siguiente de esa comunicación Borlenghi hizo sellar su pasaporte y salió del país hacia Montevideo.[10] Una vez depuesto el gobierno constitucional nuevas declaraciones confirmaron lo sucedido y el propio contraalmirante Alberto Tessaire -vicepresidente al momento del hecho- afirmó que la acción se había ejecutado no solo con la autorización de Perón sino bajo su inspiración.[12] El presidente Perón estaba reunido junto al alto mando militar en la sede del Ejército.Se quemaron también numerosas obras de arte antiguo: cerámicas, tallas, trabajos en metal, pinturas al óleo, y demás.Cerca de las 17:30 vio que se comenzaban a forzar los barrotes, y abandonó el lugar por una puerta lateral.El prior de ese convento era Cecilio Heredia y, al igual que Montes de Oca, abandonó el edificio por una puerta lateral al momento en que los primeros militantes peronistas hacían su aparición.[21] Según otra versión la agresión habría consistido en un golpe en la cabeza dado con una barreta.Los vimos ya y tuve noticias durante el mismo movimiento.”[23] Tiempo después, en declaraciones a tres periodistas que fueron grabadas y publicadas, Perón afirmó: “Las iglesias habían sido quemadas desde adentro.” “A la mañana siguiente me dan la noticia de que se habían quemado cuatro iglesias de Buenos Aires”; “eso fue un acto de provocación para mí.Y se constituyó, por sí mismo, en un argumento (casi en un símbolo) que sirvió decididamente a la construcción de la legitimidad del antiperonismo y en justificación para la continuidad de la acción violenta contra el gobierno"[28] agregando que "toda la secuencia previa había estado envuelta en el conflicto con la Iglesia.
Histórica Iglesia de San Francisco luego del ataque