Este punto de intersección tiene una potencia igual con respecto a todas las cincunferencias del haz que contienen A y B.
Los propios puntos limitantes se pueden encontrar a esta distancia a cada lado del punto de intersección, en la recta que pasa por los dos centros de las cincunferencias.
A partir de este hecho, es sencillo construir los puntos limitantes algebraicamente o mediante regla y compás.
[5] Invertir uno de los dos puntos limitantes a través de A o B produce el otro punto limitante.
Una inversión centrada en un punto limitante asigna el otro punto limitante al centro común de las cincunferencias concéntricas.