Ese mismo día, se realizó una misa en memoria del sindicalista Tucapel Jiménez en la Catedral de Punta Arenas, y luego sus asistentes marcharon por el centro de la ciudad.
En la ocasión, un obrero que participaba en la marcha fue atropellado, aumentando la tensión en la ciudad.
Desde las 10:30 de la mañana comenzaron a llegar los manifestantes, que se agruparon frente a la Iglesia Catedral, mientras los partidarios del mandatario se congregaban frente al edificio corporativo de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
Uno de los asistentes, incluso, lanzó un conejo muerto a Pinochet, que le manchó el traje.
A pesar de que las autoridades señalaron como responsables a terroristas, finalmente se determinó que su autor fue el teniente de Ejército Patricio Contreras Martínez, cuyo cadáver fue encontrado entre los escombros del templo.