Fue entonces cuando entró en contacto con la Mano Negra, con la que tomó parte en acciones terroristas encaminadas a socavar la independencia del Principado de Montenegro.
Desde ese momento comenzaron a circular acusaciones de que había adquirido allí propiedades en circunstancias dudosas.
Cuando Ninko Perić abrió otra vez la sesión concedió la palabra a Puniša Račić.
Éste pronunció un discurso provocador que produjo una gran reacción entre la oposición de la coalición demócrata campesina, pero Radić se quedó completamente en silencio como había hecho durante toda la sesión.
1][4] En este momento, Račić accedió a la plataforma de orador principal, en la parte delantera de la asamblea y sacó un revólver, gritando: "Quien intente ponerse entre mí y Pernar morirá".
Račić entonces disparó a Ivan Pernar que cayó con una bala alojada cerca de su corazón.
Las penas por sus atentados fueron las siguientes: Račić solo cumplió arresto domiciliario, en Požarevac, y fue puesto en libertad trece años más tarde.
Allí se mantuvo bajo la ocupación nazi durante toda la Segunda Guerra Mundial.