[12] Considerado por algunos autores como un movimiento de carácter personalista,[5] para Jordi Amat se habría llegado a producir «una identificación entre líder, nación y proyecto [político]», algo que habría tenido su momento culminante durante el caso Banca Catalana, y que se habría mantenido durante los siguientes veinte años.
[13] El partido Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) ha sido considerado como la articulación política del pujolismo.
[14] Si bien algunos autores circunscriben la existencia del Pujolismo al periodo en que Jordi Pujol fue presidente de la Generalidad de Cataluña (es decir, entre 1980 y 2003),[15][16] para otros no se limita solo a ese periodo, sino que trascendería su figura.
[1][a] Tradicionalmente el movimiento ha contado con críticos procedentes de diversos sectores.
[18] Otros han criticado duramente su intromisión en los medios de comunicación de Cataluña, así como el uso del sectarismo y la corrupción, como métodos mediante los cuales evitar voces críticas al pujolismo.