Puesta de sol en un puerto

Fue pintado en 1639 y se encuentra en el Museo del Louvre, en París (pabellón Richelieu, 2º piso, sala 15, n.º INV 4715).

Formaba pareja (pendant) con Paisaje con danza de campesinos (1639, Museo del Louvre, París).

Poco a poco Claudio se había ido ganando fama como paisajista, hasta el punto de que en 1635 recibió uno de los mayores encargos del artista: ocho grandes lienzos para el palacio del Buen Retiro, encargados por Felipe IV de España: las obras pintadas para el monarca español son las más monumentales realizadas por el artista hasta el momento y su concepción solemne y majestuosa marca un punto álgido en la producción del artista.

[4]​ Más al fondo hay un faro y un barco que sale del puerto, dirigiéndose hacia un esplendoroso sol poniente, cuyos rayos iluminan un límpido cielo surcado por algunas nubes.

La composición es prácticamente idéntica a la primera versión realizada dos años antes para el papa Urbano.

[6]​ La luz se difunde desde el fondo del cuadro y, al expandirse, basta por sí sola para crear sensación de profundidad, difuminando los contornos y degradando los colores para crear el espacio del cuadro.

Solía introducir el disco solar en marinas, en sus típicas escenas situadas en puertos, que sirven de pretexto para dar acción a la temática figurativa; en cambio, los paisajes situados en el campo tienen una luz más difusa, proveniente de los lados del cuadro, que baña la escena con suavidad, no tan directamente como en los puertos.

Dibujo n.º 14 del Liber Veritatis de Claudio, correspondiente a este cuadro