Varias inundaciones posteriores apenas dejaron rastros de los cimientos como las sucedidas en 1571 y 1708.
Gobernador Civil la correspondiente declaración de utilidad pública, previa instrucción del expediente».
El 22 de marzo de 1918 se aprueba finalmente en el pleno el proyecto para la reconstrucción y en 1921 el ingeniero Manuel Espárrago Fernández realiza un informe donde explicaba la situación del puente y su origen romano.
Aclaraba además que se había sido destruido parcialmente durante el enfrentamiento de Pedro Madruga y el arzobispo de Santiago en el contexto de las guerras Irmandiñas y que a principios del siglo XIX se encontraba ya destruido.
Tal era la subida del río que una persona podía alcanzar el agua desde el puente con la punta de un paraguas.