Puente de San Patricio

En el momento de su construcción se convirtió en el puente atirantado con mayor vano del mundo, con 57 metros.

Dos de estos pilares se asentaban en el cauce, por lo que se dudó que la estructura pudiera resistir los embates del río en caso de inundación.

Para tensar el cable se elevó la sección superior de la pilastra con gatos,[5]​ provocando la reacción vertical necesaria para poner en tensión los tirantes y dejar el puente en carga.

La cimbra finalmente se la llevaría el agua, pero pudo terminarse el puente a tiempo.

En 2008 el Ministerio de Fomento decide restaurar la obra[6]​ y para su sorpresa no interviene en la estructura tensada que se encuentra intacta, sino tan solo en restaurar el hormigón armado superficial y algunos elementos del puente.

Vista del puente cuando se inauguró en 1927.
Detalle.
Puente y sifón.
Alzado del puente, visto desde el lado sur.