Se concibió tanto como puente como de represa (o aliviadero), y atraviesa el río Zayandeh uniendo el barrio de Khaju, del que toma el nombre, en la orilla norte, con el barrio Zoroástrico.
En el centro del puente hay un pabellón en el que el shh Abbas podía, una vez sentado, admirar la vista.
Cuando las compuertas están cerradas, el nivel de agua detrás del puente se puede elevar hasta 2,0 m para facilitar el riego de los muchos jardines que se encuentran aguas arriba a lo largo del río.
En el centro del puente, a ambos lados, hay dos pabellones octogonales que disfrutan de vistas notables sobre el río.
Hoy día es un puente peatonal y los paseantes pueden acceder al nivel inferior del puente que permanece como un popular lugar sombreado para relajarse.