Sin embargo, algunas de las tribus de los pueblos germánicos orientales y occidentales tampoco emigraron y se quedaron en Escandinavia.
Dos de estas tribus germánicas septentrionales fueron los danos (del latín, dani), que dieron su nombre a Dinamarca, y los suiones (del latín, suioni), de donde proviene el nombre de Suecia.
Según Jordanes, los danos y los suiones (que también se les llamaba suetidi) pertenecían a la misma rama.
Un ejemplo de la asimilación cultural de una tribu germánica del oeste con una nórdica son los jutos, que no dejaron Jutlandia y fueron englobados por los danos.
Los pueblos que hoy en día hablan las lenguas germánicas septentrionales son los noruegos, daneses, suecos, islandeses y feroeses.