Su economía se basa en una agricultura alimentaria, así como en el pastoreo de ganado ovino, caprino, bovino y caballar.
[2] Son principalmente agricultores que se esfuerzan por cultivar el suelo rocoso de la región.
En estos comercios, el mijo se da a cambio de leche, carne y artículos elaborados por herreros árabes.
Fabrican artesanías, la mayoría de las cuales son para su propio uso y no para la venta.
Aunque muchas aldeas de Hadjeray tienen una escuela primaria, pero los maestros no cuentan con formación docente en general.
Las radios de onda corta y los relojes digitales no son infrecuentes.
No existen cuentan con servicios como la electricidad, teléfonos, agua limpia e instalaciones para el cuidado de la salud.
Practican el culto a los margais, espíritus invisibles que viven en las formaciones de la naturaleza y controlan los elementos naturales.