La religión musulmana, las lenguas maba y el liderazgo del primer sultán Abd-el-Kerim (1610-1640), cohesionaron a dichas comunidades cuyas aristocracias se rebelaron contra la hegemonía que el pueblo tundjur ejercía en la región de Ouadai, y fundaron un sultanato, más tarde Imperio de Uadai (Ouadai o Wadai) que perduró hasta inicios del siglo XX.
[4][5][6] A 2016 el pueblo maba reunía unas 574.000 personas distribuidas principalmente en el este del Chad, con grandes concentraciones en las prefecturas de Ouadai y Biltine (546.000 hab.)
[7] También se reportaron a finales del siglo XX pequeñas comunidades maba en la República Centroafricana.
Los europeos aliados con las etnias locales históricamente acosadas militar y religiosamente por los mabas iniciaron una sangrienta represión contra los pueblos islámicos.
La derrota dejó huellas en el pueblo maba, hasta entonces siempre victorioso y reanimó su identidad islámica.
La segunda jerarquía corresponde a la reina madre, de gran consideración popular e influencia.
Para el africanista José Luis Cortés López, los mabas comprenden a los pueblos karanga, kashmere, bakha y koniéré, con identidades propias pero que comparten lenguas semejantes.
[4] Samuel Decalo agrega a los runga, grupo que integran unas 28.000 personas y habitan en la República Centroafricana.