Todos los habitantes del valle de Hunza son musulmanes, generalmente chiíes ismailíes.
El distrito cuenta con muchas comodidades modernas y está bastante avanzado para los estándares asiáticos.
La leyenda local dice que Hunza puede haber estado asociada con el reino perdido de Shangri-La.
[11] Incluso se ha llegado a hablar de una "dieta Hunza", que estos autores consideran como una seudociencia, y las creencias relacionadas como un estereotipo del noble salvaje.
Allí se habla un dialecto del burushaski llamado wakhi, con fuertes aportes de otras lenguas tibetanas e indoiranias.