Psicolingüística

Guillaume llamó a su teoría Psicosistema y en ella vinculó los elementos lingúísticos con los psicológicos.

El término psicolingüística fue acuñado en 1936 por Jacob Robert Kantor en su libro An Objective Psychology of Grammar y comenzó a utilizarse en su equipo de trabajo en la Universidad de Indiana, pero su uso terminó por volverse frecuente gracias al artículo "Language and psycholinguistics: a review", escrito en 1946 por su alumno Nicholas Pronko,[1]​ donde se usaba por vez primera para hacer referencia a un campo de estudio interdisciplinario "que pudiese ser coherente",[2]​ y al título de Psycholinguistics: A Survey of Theory and Research Problems, libro publicado en 1954 por Charles E. Osgood y Thomas A.

A grandes rasgos, los procesos psicolingüísticos más estudiados pueden dividirse en dos categorías, unos llamado de codificación (producción del lenguaje), otros llamado de decodificación (o comprensión del lenguaje).

Comenzando por los primeros, aquí se analizarían los procesos que hacen posible que seamos capaces de formar oraciones gramaticalmente correctas partiendo del vocabulario y de las estructuras gramaticales.

La riqueza del lenguaje hace que dicha secuencia se desarrolle de varias formas.

Así, dependiendo de la modalidad visual o auditiva del estímulo externo, las etapas sensoriales en percepción serán diferentes.

También existe variabilidad en la producción del lenguaje, podemos hablar, gesticular o expresarnos con la escritura.

Finalmente, el acceso al significado varía según si la unidad de información considerada es una palabra, una oración o un discurso.

Otras áreas de la psicolingüística focalizan en temas tales como el origen del lenguaje en el ser humano.

Es la tarea más utilizada en los estudios sobre acceso léxico visual y ha mostrado ser muy fructífera para explotar los procesos mentales que subyacen a la lectura de palabras.

Se presenta una palabra en la pantalla del ordenador que el sujeto deberá pronunciar en voz alta lo más rápidamente posible.

Consiste en presentar dos estímulos, cuyos comienzos están separados por un intervalo de tiempo.

La teoría subyacente plantea que esa primera palabra puede influir en la comprensión de la segunda: por ejemplo, en una tarea de decisión léxica, se puede agregar un priming para activar en el léxico mental del sujeto un campo semántico, y luego presentar una no-palabra morfológicamente similar a una palabra perteneciente a ese mismo campo semántico.

La percepción del habla intenta describir los mecanismos por los que nuestro cerebro es capaz de traducir una señal acústica que varía continuamente en función de numerosos parámetros, en una representación lingüística discreta y estable.

Los modelos basados en esta hipótesis defienden que la señal del habla se proyecta de forma continua en el léxico mental, por lo que la percepción del habla se resolvería en un mismo estadio de procesamiento.

Según este modelo, diseñado por Marslen-Wilson, la selección en el léxico mental está determinada sobre todo por el inicio de la palabra.

Una imagen de la parte izquierda del cerebro mostrando la broca y el wernicke.