En la psicohistoria se considera el impacto histórico del incesto, el infanticidio y el sacrificio de niños.
Los psicohistoriadores, en cambio, sugieren que la conducta social puede constituir la actualización autodestructiva de maltratos a temprana edad, y que los recuerdos inconscientes de temores primitivos sobre padres castigadores pueden dominar la conducta social e individual.
Psicobiografía, que busca comprender a personajes históricos individualmente; sus influencias y motivaciones en la historia.
El primer uso académico del término aparece en un libro de Erik Erikson, Young Man Luther.
En The Child in Human Progress (El niño en el progreso de la humanidad, 1916), George Payne fue el primero que estudió la frecuencia del infanticidio y de la brutalidad con respecto a los niños en la historia, en particular en la Antigüedad.
La lista de los más importantes "psicohistoriadores" incluiría a Alice Miller y Julian Jaynes, aun cuando ellos difícilmente se habrían catalogado como tales.
Lloyd deMause ha sido el principal pionero la psicohistoria como esta disciplina se entiende hoy día; su influencia sigue siendo importante en la actualidad.
Sin embargo algunos historiadores, científicos sociales y antropólogos han argumentado que en sus propias disciplinas es posible encontrar descripciones de motivaciones psicológicas a hechos históricos, y que la psicohistoria no constituye un campo independiente.
Los psicohistoriadores creen que cuando la violencia contra los niños desaparezca, el impulso homicida de, digamos, los asesinos en serie o los terroristas desaparecerá [1].