Proteínas intrínsecamente desestructuradas

Las proteínas intrínsecamente desestructuradas (IUP, IDP o NUP, por sus siglas en inglés) son proteínas que se caracterizan por su falta de estructura terciaria estable cuando está en forma de cadena peptídica aislada bajo condiciones fisiológicas in vitro.

Tales proteínas, en algunos casos, pueden adoptar una estructura tridimensional definida tras su unión a otras macromoléculas.

Estas proteínas son importantes en rutas reguladoras y de señalización celular.

Estas observaciones no se pudieron consensuar para reconocer el desorden en la estructura de las proteínas.

Esta primera función enlazante es una de las múltiples funciones que se les atribuyen actualmente a las proteínas o regiones intrínsecamente desestructuradas, las cuales se consideran multifuncionales (también llamadas moonlighting).

[8]​ Las IUP intervienen específicamente en el reconocimiento molecular y en numerosas interacciones con proteínas (quinasas, factores de transcripción,...), ácidos nucleicos ( ARNt, ARNr, ADN…), membranas, iones o azúcares.

[7]​ A las proteínas intrínsecamente se les atribuyen 28 funciones distintas registradas en diferentes regiones proteicas desestructuradas.

[8]​[5]​ Estas funciones son las más relevantes y comunes en el ser humano, aun así, encontramos la presencia de estas regiones desestructuradas en muchas otras proteínas y con funciones distintas a las mencionadas.

[8]​ Existen proteínas no estructuradas llamadas hidrofilinas que se encuentran presentes en todos los grupos taxonómicos y cuya acumulación está asociada a organismos expuestos a condiciones de limitación de agua.

Por esta razón hay menos error en la estimación del encuentro de regiones intrínsecamente desestructuradas.

En las proteínas estructuradas los picos individuales de resonancia están repartidos, es decir, tienen un desplazamiento químico distinto.

Las proteínas intrínsecamente desestructuradas o las regiones intrínsecamente desestructuradas son más sensibles a la proteólisis que las proteínas estructuradas, la digestión por proteasas es mucho más rápida debido a su estructura.

Usada juntamente con la cristalografía de rayos X permite saber si una región con baja densidad electrónica está realmente intrínsecamente desordenada.

La difracción de rayos X a bajo ángulo (SAXS) permite identificar regiones intrínsecamente desestructuradas.

[13]​[14]​ En los últimos años se ha hallado una clara relación entre algunas enfermedades y proteínas intrínsecamente desestructuradas.

Diversas proteínas relacionadas con la aparición de tumores malignos, como la p27, p53, la AFP y BRCA1, tienen regiones desestructuradas.

Estructura de la proteína TSP9 obtenida por RMN , que muestra una cadena de proteína mayormente flexible. [ 1 ]
Simulación de una proteína intrínsecamente desestructurada.
Estructura de la proteína p53.