Programa Tigre

Fue una iniciativa emprendida en 1995 para buscar un sustituto a los ya vetustos Bölkow Bo 105, modelo con que contaba el Ejército de Tierra, para misiones contra carros y ataque al suelo.

La versión para las FAMET no fue ninguna de las ofertadas, sino una con mejoras en la planta motriz y equipamiento español.

En esta dinámica se quiso primero comprar el carro de combate Leopard II, pero razones presupuestarias lo impidieron.

Cinco fueron los helicópteros analizados: Pero realmente la lista se quedó en tres, al eliminar Estados Unidos el Supercobra para evitar que dos empresas estadounidenses compitieran entre sí,[4]​ y retirarse del concurso el Rooivalk debido a los acuerdos de Denel con Eurocopter.

[nota 2]​ Entre 1996 y 1997 comenzaron los estudios para presentar la opción que las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET).

Los primeros exámenes eliminaron rápidamente al Mangusta, por no poder enviar a tiempo la información requerida ni la documentación con los detalles técnicos necesarios.

Con la desventaja añadida de que los misiles Trigat aún no existían, estando previsto su lanzamiento para 2005 o más tarde.

Sin embargo, las características de su visor térmico forzaban al Apache a situarse en vuelo estacionario para poder disparar sus armas con eficacia, debiendo asumir un riesgo considerable en condiciones de combate a baja cota o en ambiente urbano.

Por su parte el Tigre, aún sin alcanzar las exigencias españolas por los motivos arriba mencionados, lo aventajaba en algunos aspectos: uno era su aerodinámica, otra residía en su facilidad de manejo, una espectacular maniobrabilidad que le permitiría, entre otras cosas, volar sin problemas entre edificios,[nota 4]​ u ofertarse a un precio ligeramente inferior.

Sin embargo, en el caso del Tigre no se contaba todavía con esa información y poder compararla con la de su rival.

[nota 7]​Pero los estadounidenses no podía ofrecer los mismos puestos de trabajo y la misma transferencia tecnológica que los europeos, ni tampoco libertad para de adaptar los equipos y la electrónica del helicóptero a las necesidades españolas: en un futuro, España debería sumarse a las modernizaciones que realizase Estados Unidos sobre su propia flota, y adquirir los equipos que estos adoptasen y no otros, no solo en caso de desear mejorar sus aparatos, sino simplemente para poder seguir contando con repuestos.

[10]​ No era la primera vez que una decisión política chocaba con el criterio técnico de los militares.

Pese a ello, directrices desde Moncloa obligaran a elegir entre Bö-105, el Aérospatiale Gazelle, ambos equipados con misiles HOT, o Augusta A109 equipados con misiles americanos TOW, la integración de los HOT hubiera sido muy onerosa para las arcas de Defensa.

Asimismo se introducirían cambios en los modelos existentes para adecuarlo a las necesidades del Ejército como: Todas estas modificaciones crearon una versión nueva, llamada HAD.

Helicóptero Tigre del Ejército de Tierra de España despegando del USS Kearsarge (LHD-3) en 2016. El Tigre fue el ganador del concurso de un nuevo helicóptero de ataque para sustituir al Bo 105 .
Planta de helicópteros de Albacete (España), donde se fabricó el aparato
Helicóptero Bo 105 ya retirado y conservado en el Museo del Aire . Con el concurso se buscaba un nuevo modelo de helicóptero de ataque para que le sustituyera.
El Ejército prefería el AH 64 Apache por presentar una única versión polivalente, por su mayor potencia de fuego, su gestión de información para el combate, su mantenimiento ya conocido, etc.
Prototipo de un Tigre en 1991.
El gobierno español acabó adquiriendo 24 helicópteros Tigre; de los cuales 18 fueron versión HAD y 6 en HAP.
La integración de los sistemas, como la cámara térmica, originó muchos problemas y retrasos.