Proceso judicial a Francisco I. Madero

En 1908, Porfirio Díaz abrió la contienda electoral con una entrevista al periodista James Creelman.

Díaz, a pesar de haber anunciado su retiro de la política, decidió buscar su reelección por octava vez, mientras que los grupos políticos ligados al porfiriato comenzaron su lucha entre sí por el poder (“corralistas” y “reyistas” o “dehesistas”[1]​), especialmente por alcanzar la candidatura a la vicepresidencia, pues todo mundo asumía que Díaz moriría antes de 1916, año en que terminaría su periodo.

Entonces comenzaron los golpes: Ramón Corral y su gente querían detener a Madero para evitar que llegara a la Convención y se convirtiera en candidato.

Lograron que se emitiera una orden de aprehensión al dar seguimiento a un litigio por un predio, pero Madero salió bien librado, y fue elegido por aclamación como candidato del Partido Antirreeleccionista y del Nacional Democrático en 1909.

Mientras sucedieron las elecciones, detenido y encarcelado en Nuevo León, fue posteriormente enviado a San Luis Potosí, donde logró huir hacia los Estados Unidos, después de ser liberado al pagar una fianza.

Francisco I. Madero, presidente de México (1911-1913).