En 1872 se mudó a Nueva York, donde su interés por la literatura y la política lo llevó a buscar el patrocinio de Thomas De Witt Talmage y del jefe del Partido Republicano, Roscoe Conking.
Su primer trabajo fue en la imprenta del Periódico Episcopaliano de la Iglesia y el Estado, y más tarde trabajó en la imprenta de Brooklyn Eagle.
En 1876, trabajó como reportero del New York Herald.
[2] Creelman viajó continuamente para conseguir historias y superó siempre los grandes retos personales de su trabajo.
También consiguió una entrevista para Pearson's Magazine publicada en 1908[3] con el entonces presidente de México, Porfirio Díaz Mori, quien aseguró en ese encuentro que no buscaría la reelección en 1910, una promesa que, al no cumplirse, terminó siendo uno de los factores que desencadenaron la Revolución mexicana.