Probabilismo
La decadencia definitiva del probabilismo vino en el siglo XVIII, época en que la doctrina fue duramente criticada por los jansenistas y por Blaise Pascal en su libro Cartas provinciales.Más aún, después los dominicos colectivamente se opondrían al probabilismo.La anécdota señala que Caramuel se felicitaba comparando al autor probabilista Antonino Diana con el "agnus Dei qui tollit peccata mundi", "cordero de Dios que quita el pecado del mundo".Y un año más tarde se publicaba un decreto que bendecía una respuesta ideada por otro jesuita, Tirso González, en contra de la nueva doctrina: el probabiliorismo.A finales del siglo XVIII el probabilismo quedó fuera de la discusión intelectual, desplazado por la fuerte irrupción del método científico, con su búsqueda de verdades comprobables, que descartaba como un mero juego lo que se consideró un debate retórico sobre las opiniones probables.