La duda es un estado mental en el que la mente permanece suspendida entre dos o más proposiciones contradictorias y no está segura de ellas.Si le antecede una «verdad» convencionalmente aceptada, la duda implica inseguridad en la validez de ésta.En el siglo XVII, el término filosófico abarcaba a lo que hoy llamaríamos «erudito», «científico», «matemático» o «físico».[5] Los argumentos escépticos que enfrenta Descartes parecen estrambóticos, vistos desde la vida cotidiana y el sentido común.Entre tanto, para desarrollarse, la investigación consiste en someter a examen una porción enorme de lo que llamamos «sentido común», incluyendo aquí muchas ideas conforme a las cuales (todo parece indicarlo) habremos de vivir mientras la investigación misma se desenvuelve.Los argumentos escépticos (encaminados a introducir dudas) que Descartes considera en las Meditaciones Metafísicas, han sido tomados en su totalidad de Platón (Cratilo y Teetetes).Para más tarde, dentro de la investigación cartesiana, quedaría juzgar si realmente no tenemos razón alguna que permita descartarlos.Nótese a este respecto las opiniones teológicas de Georg Hermes: Los existencialistas cristianos como Søren Kierkegaard sugieren que para que uno realmente tenga creencia en Dios, también tendría que dudar de sus creencias sobre Dios; la duda es la parte racional del pensamiento de una persona implicada en sopesar la evidencia, sin la cual la creencia no tendría sustancia real.