Preso político
Según la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, un preso político debe considerarse como tal únicamente si:[1] Puesto que las opiniones o actitudes no suelen ser objeto de legislación, suele ser difícil determinar exactamente quiénes son prisioneros políticos a partir de los cargos que se les imputan; una excepción la constituyen los acusados de traición o espionaje, que sin embargo no se cuentan generalmente como presos políticos.En consecuencia, rara vez una autoridad estatal admite la existencia de presos políticos; los críticos del gobierno aducen que los procedimientos legales empleados están solamente diseñados para ocultar la condición de preso político.[2] Para los presos políticos que hayan propugnado o utilizado la violencia, AI pide juicios justos.[3] Gobiernos de toda tipología (comunistas, fascistas, teocráticos, populistas o democráticos liberales) han detenido a prisioneros políticos.En la Unión Soviética, usaron diagnósticos psicológicos dudosos para detener a prisioneros políticos.