La guerra que comenzó sobre todo por el control de noreste de la India terminó en una decisiva victoria británica, que dio el control total a los británicos sobre Assam, Manipur, Cachar y Jaintia, así como Arakan y Tenasserim.
La campaña costó entre cinco y trece millones de libras esterlinas (alrededor de 18,5 mil a 48 mil millones en dólares americanos en 2006)[3] lo que originaría una severa crisis económica en la India británica en 1833.
El tercer imperio birmano, que fue el terror de la India británica durante un breve periodo, quedó cercenado y dejó de ser una amenaza para la frontera oriental del Raj británico.
[2] Los británicos disputarían dos guerras más contra una Birmania debilitada, y terminarían anexionándose todo el país en 1885.
Durante el final del siglo XVIII y principios del XIX, los birmanos habían practicado una política expansionista contra sus vecinos que, finalmente, los puso en conflicto con los británicos de la India.
[5] La incursión transfronteriza hacia estos nuevos territorios británicos irritó a los birmanos.
[1] En enero de 1824 Uzana ya había derrotado a las unidades británicas en Cachar y Jaintia.
[13] Bandula no quiso abarcar demasiado y paró el avance de U Sa hacia Chittagong, sin saber que su defensa era escasa y que la podría haber tomado fácilmente, despejando así su camino hacia Calcuta.
La disparidad de fuerzan no hubiera permitido a Birmania ganar la guerra en cualquier caso, pero si hubiera conseguido amenazar Calcuta, podría haber obtenido términos más favorables en las negociaciones de paz posteriores.
Bandula creía que podría vencer al ejército británico de 10 000 hombres.
El 7 de diciembre las tropas británicas apoyadas por los cohete empezaron a sacar ventaja.
Pero los elefantes fueron detenidos por los cohetes y la caballería no pudo hacer frente a la intensa artillería británica.
Sa y el resto de las tropas birmanas evacuadas dejaron Arakán.
A lo largo del verano el general Joseph Wanton Morrison había conquistado la provincia de Arakán, al norte, los birmanos fueron explulsados de Assam, y los británicos habían hecho algunos progresos en Cachar, aunque la jungla y las densas selvas finalmente obstruyeron su avance.
Los birmanos no aceptaron retirarse de Arakán y pagar una suma tan elevada.
[19] En noviembre de 1825 los birmanos decidieron poner toda la carne en el asador en un último esfuerzo.
El 2 de diciembre Maha Ne Myo resultó muerto por un proyectil lanzado desde la flotilla.
Al finalizar la guerra, los británicos exigieron a los birmanos aceptar las siguientes condiciones:[1][2] El primer pago de la indemnización se hizo inmediatamente, la segunda cuota se abonaría en 100 días desde la firma del tratado, y el resto en dos años.
Hasta que se realizara el segundo pago los británicos no dejarían Rangún.
Así la guerra llegó a su fin y el ejército británico se trasladó al sur.
El ejército británico permaneció en los territorios cedidos según el tratado y en territorios como Rangún que fue ocupado durante varios años para garantizar los términos financieros del tratado.
[4] Para los birmanos el tratado fue una humillación total y carga económica a largo plazo.
El residente británico impuesto en Ava era un recordatorio diario de la humillante derrota.
A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición).