"A lo mejor estaba en el lugar exacto porque suena muy bien, me pasé el show prácticamente sin respirar con el microfonito para arriba", cuenta Eduardo Avelleira, que esa mañana ingresó al Astral con un grabador Phillips monoaural y mantuvo apretado el botón rojo en las quince canciones que duró el show.
El verdadero hallazgo de este show, es una canción absolutamente inédita, compuesta junto a David Lebón titulada “Ella flota por mí”.
[3] Durante el proceso de producción del primer volumen, Catarina Spinetta le comentó a su madre sobre la próxima publicación, y ella respondió que tenía una grabación similar.
Me siento ahogar en tu música, y siento que mis poemas están prontos a vibrar con tu homenaje al más claro de los seres de este siglo”, lee Luis sobre la esquela que un tal Ricardo le había hecho llegar al camarín.
A diferencia del primer volumen, en este recital Spinetta pasa a la guitarra eléctrica para, después de una serie de "Efectos eléctricos" tocar cuatro temas incluyendo Que el viento borró tus manos y los inéditos “Psicodelia”, “No te detengas” y “Blues”.