Pragmática de 6 de octubre de 1572

[3]​ Tras la general, hubo una última oleada de expulsiones, cuyo número estaría cercano a los 10.000 moriscos.[4]​ En la pragmática se ordenaba a las autoridades de los pueblos a donde fueran a residir los moriscos expulsados que llevaran un registro de los mismos, indicando las altas y las bajas que se fueran produciendo.También se dispuso que no vivieran en barriadas propias o morerías sino mezclados con los cristianos viejos.Los que escaparan para intentar volver a Granada sufrirían graves penas y asimismo se recordaba que continuaban vigentes las prohibiciones establecidas en la Pragmática Sanción de 1567 y que habían provocado la rebelión de las Alpujarras relativas a la lengua, vestidos, costumbres y uso de las armas.Por último, se decía que se debería prestar especial atención a los niños y muchachos, que tenían que trabajar en talleres de cristianos viejos, donde aprenderían los modos de vida cristianos.
Grabado de la novela Los monfíes de Las Alpujarras (1859) de Manuel Fernández y González que representa la expulsión de los moriscos de Granada