Tumba del príncipe de Hochdorf

En su interior había una cámara de dos habitaciones cuadradas, una de 7,5 x 7,4 m y la otra 4,7 x 4,7 m, separadas por unas 50 toneladas de piedras, tal vez para dificultar el acceso a saqueadores.

Juzgando por otros objetos encontrados sobre el esqueleto, este hombre probablemente había sido un gran jefe o príncipe celta: lucía un torque de oro al cuello, un brazalete en su brazo derecho, y aún se apreciaban sobre los restos el rastro de un sombrero cónico de corteza de abedul y ricas ropas con dos fíbulas; su ajuar incluía joyas de ámbar, una navaja de afeitar, un cortauñas, un peine, anzuelos de pesca, flechas en un carcaj, y más notablemente, unas finas láminas de oro que decoraban sus ahora desintegrados zapatos en punta.

A los pies del banco había un gran caldero de bronce decorado con tres leones alrededor del borde; importación griega, una de las figuras era una copia realizada por artesanos celtas.

Después del examen de la tumba, el montículo fue reconstruido a su altura original.

Cerca de allí se construyó un museo sobre esta tumba, durante la construcción del cual se encontraron los cimientos de un antiguo pueblo celta, probablemente al cual perteneció el difunto.

Túmulo funerario celta (reconstruido).