En la actualidad el pozo se encuentrado cerrado y fuera de servicio.
El pozo debe su nombre a Rotilio Martínez Barreiro, director de las Minas de Riotinto entre 1954 y 1974 El pozo Rotilio se empezó a construir en 1966 para la extracción de mineral de la masa «San Antonio», mineralización que se situaba en el extremo oriental del anticlinal de Río Tinto.
Transcurrido un tiempo se comprobó que la extracción del mineral era muy compleja, haciéndose muy difícil su rentabilidad.
Por ello, en 1980[1] se paralizó toda actividad en la mina.
El malacate fue sometido a una restauración en 1998, por parte de la Fundación Río Tinto, encontrándose preservado en la actualidad.