La vinculación de la propiedad a un mayorazgo y su transmisión a los herederos, los Pando Barnuevo, condicionaron su habitabilidad y su cambio de destino cuando, ya disminuida la familia y reducidos al mínimo los sucesores, se transformó en posada.Entre los bienes de Andrés de Cantos figura una casa que heredó su sobrino, Francisco Javier de Pando Cantos Galiano, que se describe así: «una casa de morada principal, que está en la población de esta villa y hace esquina a la calle que desde la calle Mayor va al Vía Crucis y ermita de Nuestra Señora del Rosario y Santo Sepulcro, quedando la casa a la mano izquierda y a la que desde la plaza pública y calle que llaman de la Caba se lleva a la que llaman del Tinte, plazuela y ermita de San José, contigua esta casa a una huerta para hortaliza propia de estos mayorazgos que está a la parte del camino del Vía Crucis y es muy grande y no confina con otro edificio de casa alguna».[cita requerida] Francisco Javier de Pando se casó en Chinchilla con Ana María Barnuevo y Robles.La primera mención se halla en los protocolos notariales de 1797, fecha en la que, como propietario, denunció a Santos Corominas, el huésped que la regía desde 1795, por pretender abandonar el negocio antes de la fecha que el uso y la costumbre tenían convenidas.Temporalmente, el histórico espacio se convierte en escenario teatral como en sus orígenes.