En este día, las llaves eran arrojadas al fuego para buscar la buena suerte de una manera muy solemne y lúgubre.
Su atributo era una llave y su templo principal en la ciudad de Roma, el templo de Portuno, se encontraba en el Foro Boario.
Portuno estuvo representado iconográficamente con las llaves en la mano, como protector de las puertas.
[5] Según Dumézil, las palabras portus y porta (de donde proviene el nombre del dios), serían herederas de una raíz indoeuropea * protu-.
En ese contexto, el acceso a la aldea habría sido un puerto (para el atraque de embarcaciones) y una puerta (para la entrada a la aldea).