La sexualidad, la equidad y el placer son los principios de este género.
[2] Las feministas de la segunda ola, en cambio, sostienen a menudo la firme convicción de que la opresión o cosificación sexual son inherentes a toda la pornografía.
El conflicto entre estas dos formas de concebir el feminismo ha causado muchas disputas.
[3] La controversia sobre la pornografía se remonta a los comienzos del movimiento feminista.
Aun cuando no existe una obra en particular que se pueda considerar como el paradigma básico de la pornografía feminista, el término y las primeras películas surgen en 1980.