Generalmente son cristales euhédricos, pero también pueden ser de forma parcial o totalmente irregular.
[1] Los porfidoblastos más comunes que aparecen en las rocas metamórficas (lutitas y limonitas) son los granates y las estaurolitas, sobresaliendo de la matriz formada por la mica en rocas foliadas como los esquistos.
Un tipo similar son los fenocristales, unos cristales grandes formados en rocas ígneas.
Su estudio puede ayudar a interpretar la historia de su formación.
La cuestión de si los porfidoblastos (y los granates en particular) rotan durante las deformaciones debidas a procesos metamórficos ha sido durante mucho tiempo tema de debate.