Cristal euhédrico

Los cristales euhédricos, euédricos, euhedrales, idiomorfos o automórficos son aquellos que presentan una forma definida y caras fácilmente reconocibles.

Dado que en muchos casos estos cristales crecen a partir del enfriamiento del magma líquido, acaban tocándose entre sí, dificultando la formación correcta de caras cristalinas, o impidiéndola por completo.

Una roca con una textura anhédrica se compone de granos minerales cuyos cristales no tienen sus caras bien formadas.

Una textura intermedia, con las caras de los cristales parcialmente formadas se denomina subhédrica, subhedral o subidiomorfa.

[3]​ Esto ocurre porque algunas orientaciones de la superficie son más estables que otras (con menor energía superficial).

Cristales euhédricos de pirita , mostrando su forma cúbica perfecta.
Alternative text
Cristales subhédricos de pirargirita .
Cuando un cristal de halita está creciendo, los nuevos átomos pueden unirse muy fácilmente a las partes irregulares de la estructura de la superficie a escala atómica mediante enlaces fijos. Por lo tanto, estas partes del cristal crecen muy rápidamente (flechas de color amarillo). Con el tiempo, toda la superficie se compone de sucesivas capas de energía superficial equivalente estables y lisas. En estas caras o facetas, es más difícil que nuevos átomos formen enlaces fijos con los anteriores, propiciando la formación de planos de exfoliación.