Los nuevos impuestos, especialmente el que gravaba a las cabras, generaron un gran descontento.
Después se dirigieron al Ayuntamiento donde destruyeron los registros de nacimiento para hacer más difícil la implantación del impopular servicio militar obligatorio, quemaron la bandera italiana y colocaron en su lugar la de las Dos Sicilias.
Al intentar escapar hacia San Lupo fueron atacados cerca de Casalduni, muriendo 41 bersaglieri.
En Pontelandolfo, sin embargo, no había llegado el aviso; las tropas italianas, con órdenes de disparar a toda la población salvo mujeres, niños y enfermos, mataron en 5 o 6 horas a entre 200 y 400 personas.
En las siguientes semanas aún detendrían y ejecutarían a varias docenas más.