Su empleo da lugar a platos con la denominación añadida al chilindrón, siendo los más habituales el cordero al chilindrón y el pollo al chilindrón.
Se suele elaborar con hortalizas de color rojo como son el pimiento seco o choricero.
[3] La composición de las salsas al chilindrón es a base de pimientos rojos asados al fuego y pelados, secos o choriceros, elaborados con abundante ajo.
Por regla general las porciones cárnicas se suelen asar hasta que se pongan doradas y tras esta operación se añade cebolla, pimientos dejando la mezcla de carne y hortalizas un rato hasta que la carne tome texturas blandas.
El color rojizo que toma la salsa es debido al contenido de licopeno (colorante natural rojo) de los pimientos, secos o choriceros, asados al fuego y pelados.