Fronteriza con Alemania, Checoslovaquia, Rumanía, la Unión Soviética, Letonia y Lituania, sus relaciones con la mayoría de estos países fue tirante durante todo el periodo de su existencia hasta su desaparición en la Segunda Guerra Mundial.
[1] Francia no logró, sin embargo, arrastrar a Reino Unido en sus alianzas con países de la Europa oriental, menguando así el valor para Polonia de la alianza francesa, que no podía por sí sola mantener a Alemania en la debilidad que convenía a Polonia.
Buscando el apoyo británico y el acuerdo con Alemania, Francia pareció dispuesta a hacer concesiones a cuenta de Polonia, como declaró el ministro de exteriores francés al embajador alemán en 1925.
[4] En 1931, el primer ministro francés, Pierre Laval, calificaba el Corredor polaco como una "monstruosidad".
[3] El Ducado de Teschen había pertenecido históricamente a la Corona de Bohemia pero, ya a comienzos del siglo XX, estaba poblado mayoritariamente por polacos.
[10] Incluso en los años 1930, tras el resurgir del poderío alemán, una amenaza para las dos naciones, la actitud entre ellos era de hostilidad.
[11] Polonia compartía animadversión hacia el estado ruso, del que Rumanía había conseguido Besarabia tras la Primera Guerra Mundial aprovechando la guerra civil, y hacia el sistema comunista soviético.
[13] Francia, el tradicional aliado y pilar de la defensa de Polonia, parecía estar cada vez más dispuesta a lograr un acuerdo con Alemania sacrificando para ello a Polonia.