Pobre juventud

En otra realidad social se encuentra Eduardo, un viudo que llora a su único hijo Miguel, muerto en un accidente.

Jorge huye hacia la vecindad donde vive pidiéndole ayuda a su vecina Teresa.

A continuación el infame hombre acude al reformatorio y denuncia que Jorge está en la vecindad.

Teresa le da dinero al muchacho para que huya y se salve.

Dispuesto a no ser encontrado por la policía, Jorge decide esconderse en la casa de Eduardo trepando por su muro.