Se retiró de los sets de filmación en 1954, pero retornó treinta años después en la televisión, apareciendo en varias telenovelas, mismas en las que se mantuvo vigente hasta su fallecimiento en el año 2000.
En esta compañía Meche Barba tuvo la oportunidad de aprender a bailar.
Meche Barba fue contratada como segunda tiple en el espectáculo musical Rayando el Sol que presentaba su temporada en el Palacio de Bellas Artes, producido por Soto.
Meche Barba y Tin Tan se conocieron en una gira en Ciudad Juárez.
Fue hasta 1944 cuando la vuelven a contratar en el cine para participar en la cinta Sota, caballo y rey, del director Roberto O'Quigley, cinta donde debuta también el actor y cantante Luis Aguilar.
En 1947 participa con el rol antagónico de la cinta Gran Casino, primera que dirige Luis Buñuel en México, junto a Jorge Negrete y la también debutante en tierras aztecas Libertad Lamarque.
En ese año también realiza la cintas La muerte es mi pareja, con el actor español Jorge Mistral y Pasionaria, dirigida de nuevo por Pardavé.
La cinta Ambiciosa (1953), pone fin a toda una serie de colaboraciones fílmicas con Fernando Fernández.
También despertó polémica por la crítica directa que hacía al sórdido mundo del espectáculo.
Irónicamente, la misma Meche afirmó en algunas ocasiones tener en sus inicios un complejo de fealdad.
Su personaje en la cinta había sido pensado originalmente para la actriz y rumbera Rosa Carmina.
Sin embargo fue Meche quién finalmente realizó el personaje en esta inteligente cinta sobre el mundo de la tercera edad y donde comparte créditos con otras veteranas estrellas como Beatriz Aguirre, Esther Fernández y Luis Aguilar.
Meche Barba se convirtió en un ícono popular en las telenovelas mexicanas, al estilo de Silvia Derbez, Ninón Sevilla o Carmen Salinas.
Meche Barba conoció en los sets de grabación al actor y cantante Fernando Fernández.