[5] Fue la primera vez en la historia costarricense que un funcionario público electo popularmente es destituido mediante una consulta ciudadana.
El evento generó un hito histórico en la política y la democracia del país, creando un nuevo escenario a partir de ese momento.
La legislación costarricense permite la destitución de alcaldes mediante plebiscitos pero ello nunca se había aplicado.
[6] Sin embargo Mendieta eventualmente aceptó los resultados y la decisión del TSE de removerle las credenciales.
El evento inspiró a los otros cantones a seguir el ejemplo e iniciaron procesos para convocar plebiscitos en municipios con alcaldías cuestionadas, como Siquirres (que aún no se han dado) e incluso se ha planteado la posibilidad de reformar la ley para permitir realizar referéndum revocatorios para todos los cargos de elección popular, incluyendo la Presidencia.