Plaza de la Peregrina
[2] En este mismo espacio y junto a las murallas de Pontevedra, se construyó en el siglo XV hacia 1493 un conjunto de casas para mujeres públicas.[7] La puerta de Trabancas se situaba entre esta casa y la que la delimitaba por el oeste, que pertenecía al presidente del Consejo de Ministros, Manuel Portela Valladares.[8] En 1880, el atrio de la iglesia se transformó para abrir el espacio, completándose con una amplia escalera de acceso frontal que reemplazó a la fuente original.[9] En 1913 murió el loro Ravachol, que vivía desde 1891 en la farmacia de Don Perfecto Feijoo, en una casa que ya no existe en el extremo suroeste de la plaza.[19] La plaza tiene forma triangular irregular y en ella confluyen las calles Michelena, Oliva, Peregrina, Benito Corbal y Antonio Odriozola, así como la pequeña calle González Zúñiga, detrás de la iglesia de la Virgen Peregrina.[1][20] La plaza está empedrada y es peatonal, como el resto del centro histórico de la ciudad.[23] Es un edificio con decoración modernista obra del arquitecto Antonio López Hernández, de un solo cuerpo y tres plantas.En la fachada, los ángulos superiores de las ventanas y los pretiles están decorados con fustes de estilo modernista, ornamentación que se repite en el ángulo oeste del edificio.