Como parte de las nuevas obras arquitectónicas y reformas urbanas que se acometieron en la ciudad a mediados del XVIII (como el mencionado Puente de los Peligros o las intervenciones en el conjunto catedralicio), en 1742 se entregó el proyecto de esta plaza a Jaime Bort (arquitecto encargado de los trabajos del puente y de la fachada de la Catedral), cuyas obras se prologaron entre 1759 y 1769 dirigidas ya por Martín Solera, que modificó la planta ovalada inicial por una cuadrada.
Además del espacio urbano que dio lugar a la plaza, como parte del proyecto fueron construidos un conjunto de edificios balconados de viviendas particulares cuyos propietarios debían permitir el libre acceso con ocasión de la contemplación de actos y fiestas taurinas.
Aunque todavía se seguirían celebrando corridas de toros en esta plaza durante varios años.
El Marqués de Camachos está sitiado en una plaza".
El arco fue destruido pocos años después, cuando se proclamó la Primera República en 1873.