Tras varias controversias, finalmente se aceptó la propuesta del constructor Manuel Vidal Boullosa en 1897,[3] ofreciendo un solar (una explanada) situado entre la antigua calle Progreso al sur (actual calle de Benito Corbal) y el muro del convento de Santa Clara al norte, que se convertiría en la actual plaza de Barcelos.
[4] En 1898 el terreno, conocido como Granja Refojos (compuesta por una casa con varias dependencias y terreno de labradío, viñedo, huerta y frutales),[5] fue comprado por el Ayuntamiento de Pontevedra por 40 000 pesetas.
[14] En septiembre de 2016 se instalaron dos pistas polideportivas en el norte de la plaza, junto al muro del convento, consistentes en una cancha con canastas y porterías y una mesa para pimpón.
[21] En el centro del sur de la plaza se encuentra el monumento al Árbol.
[14] El árbol se representa de manera esquemática hasta el extremo en un juego de abstracciones que lleva a confundirlo con el hombre, lo cual ejemplifica la profunda conexión que debe existir entre ambos.
En el lado suroeste de la plaza se encuentra también el colegio público plurilingüe Barcelos.