Mayor importancia tuvo la apertura "oficial" de port'Alba en 1625, oficial porque la población había creado en la muralla un agujero abusivo para facilitar las comunicaciones con las aldeas, en particular con el de Avvocata, que estaba creciendo rápidamente.
La plaza adquirió su estructura actual en la segunda mitad del siglo XVIII, con la intervención del arquitecto Luigi Vanvitelli; el "Foro Carolino" que se le encargó debía constituir un monumento al soberano Carlos III de Borbón.
Las obras duraron de 1757 a 1765, y el resultado fue un gran hemiciclo, tangente a las murallas aragonesas, que visto horizontalmente abrazaba Port'Alba al oeste, y flanqueaba la Iglesia de San Miguel al este.
En la actualidad a sus lados, más alejadas, están las salidas de la línea 1 del metro.
La plaza fue rediseñada y reformada con ocasión de las obras del metro, que terminaron en 2002.