Sus propuestas habían sido originalmente dirigidas al régimen porfirista, con el triunfo inicial de la revuelta maderista, Molina Enríquez solicitó al secretario de Gobernación, Emilio Vázquez Gómez, atender de forma urgente el problema agrario, pero sus peticiones no tuvieron respuesta por parte del nuevo gobierno.
Ante estas expectativas, Molina Enríquez se decidió a proclamar el Plan de Texcoco veintiún días más tarde.
Su objetivo era desconocer al gobierno interino para sustituirlo por un gabinete provisional, de esta forma se reavivaría la revolución.
[1] El plan estuvo basado en diez puntos, los cuales tenían como objetivos:[2] El plan no tuvo éxito, por órdenes del presidente interino, Molina Enríquez fue aprehendido y encarcelado en la prisión de Lecumberri.
Fiel a sus convicciones reconoció su derrota, aunque se ufanó de haber llamado, al menos, la atención nacional.