El efecto educativo fue modesto, y para algunos análisis posteriores han señalado que el desmembramiento de los centros educativos fue excesivo y desorganizado, reproduciendo las desigualdades regionales que se pretendió evitar al concentrar los mejores cuerpos docentes e investigadores en las instituciones más prestigiosas.
[4] Sin embargo, la importancia de las Universidades del interior está mostrando su relevancia en la transformación local, dado que se retienen allí los mejores graduados de la escuela media y los cuerpos docentes se enriquecen progresivamente.
También los presupuestos universitarios en ciudades medianas y chicas son impulsores de la redistribución del gasto público.
Para evitar las concentraciones e incrementar los controles familiares, las universidades de provincia disminuirían la agitación en los centros urbanos.
La concreción del Plan Taquini implicó un adecuado ocupamiento en el territorio nacional de universidades.