Poseen un selector de potencia que permite ajustar la emisión térmica y el tiempo necesario para calentar un determinado recipiente.
Debido a que una placa calefactora aislada se puede mover fácilmente de un lugar a otro, se debe prestar atención para asegurar que haya espacio suficiente entre el aparato y la ubicación de materiales combustibles.
Además, una placa calefactora no debe estar ubicada en un lugar donde el control de potencia del aparato sea accesible a los niños y otras personas que no estén familiarizadas con la operación.
Las placas calefactoras pueden ser ambientalmente admisibles, si el calor generado en ellas proviene de recursos renovables.
Algunas placas calefactoras se emplean en cocinas profesionales para mantener la temperatura de los alimentos ya cocinados, en buenas condiciones de calor y seguridad alimentaria.