En una loma contigua al sur del núcleo urbano se encuentra la iglesia y el pequeño cementerio.
Tiene un clima oceánico-mediterráneo con verano suave (Csb según la clasificación climática de Köppen), con elevada humedad e inviernos muy fríos.
Olmos de Ojeda, capital municipal, se encuentra a 8,1 km.
Este nombre hace referencia a las pisas o pisones que, movidos por instalación hidráulica en ríos o arroyos, servían para tundir paños y tejidos de lino.
A cambio, los vecinos debían costear dos misas diarias y cantadas por el eterno descanso del rey Fernando IV y sus antecesores en la desaparecida iglesia o monasterio de Santa Marina de Bur, además de mantener encendida permanentemente una lámpara para que alumbrase dicha iglesia.
Según dicho documento había 15 vecinos (hogares) y ningún pobre de solemnidad o viuda.
La actividad económica era principalmente el cultivo de trigo, cebada, centeno y lino.
[10] A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional[11] que en el censo de 1842 contaba con 5 hogares y 26 habitantes, para posteriormente[12] integrarse en Vega de Bur.
Situado en un hondo dominado de cuestas por el Norte y a corta distancia del río Burejo.
Posteriores actuaciones en el XVIII, cuando se remodeló el campanario, otorgaron al edificio su fisonomía actual.
Las restauraciones más recientes emplearon materiales actuales que contrastan fuertemente con el carácter medieval de la iglesia.
En el lateral meridional del presbiterio se encuentra una ventana de construcción moderna.
La portada es también moderna, de medio punto con sencillas arquivoltas apoyadas sobre las jambas esquinadas.
Los canecillos de la cornisa son simples, semicirculares, prismáticos o nacelados.
Hacia el norte, el cierre del espacio delimitado entre los dos contrafuertes ha permitido habilitar un pequeño baptisterio.