En época musulmana, a pesar del aniconismo que el islam mantuvo en otras zonas, la pintura en Irán alcanzó su cumbre durante la era Tamerlán (siglos XIV-XV), cuando destacados maestros como Kamaleddin Behzad engendraron un nuevo estilo de pintura.
Posteriormente (imperio safávida -siglo XVI al XVII-, afsáridas y Zand -siglo XVIII-, Kayar -siglo XIX y comienzos del XX- Palevi -mediados del siglo XX- república islámica -finales del XX y siglo XXI-) se desarrollaron varias ramas; la más famosa es la del arte clásico de la miniatura persa y que incluye el estilo moderno del Qahveh Khanehei (el estilo de pintura de las casas de té o café), introducida durante la dinastía Kayar.
Las pinturas de la dinastía Kayar son una combinación de influencias europeas y las escuelas de miniaturas del imperio safávida, como las introducidas por el Reza Abbasi (finales del XVI y comienzos del XVII).
En la actualidad muchos artistas iraníes producen arte moderno con un estilo internacional.
El historiador de Oriente Basil Gray cree que "Irán ha ofrecido un arte único al mundo, que es excelente dentro de su estilo".