Fue alumno de Ignazio Eugenio Maria Degotti y Jean-Baptiste Isabey.
Trabajó como escenógrafo y director de escena en la Ópera de París, donde destacó por sus efectos tridimensionales y ambientaciones de carácter pictórico, en colaboración en ocasiones con el pionero de la fotografía Louis Daguerre.
[1] Entre sus montajes destacan: Le comte Ory (1828) y Guillaume Tell (1829), de Gioachino Rossini; La muette de Portici (1828), de Daniel-François-Esprit Auber; y Robert le diable (1831), de Giacomo Meyerbeer.
[1] Fue creador de grandes e ingeniosos decorados con las últimas tecnologías de entonces, así como efectos especiales, fuegos artificiales y otras novedades.
Inventó un panorama móvil compuesto de un telón que se enrollaba sobre un cilindro y, al desenrollarse, producía efectos de movimiento en la escena.